Se usa, para referirse a una persona que no es agraciada fisicamente. Tiene su origen en una zapatero de Granada llamado Picio que fue condenado a muerte pero se le indulto la pena. Al conocer la noticia se impresiono tanto que empezó a perder el pelo y su cara se lleno de granos dando origen a esta expresión.
Fuente: Pasapalabra.
Republicado Por: Isabel Reyes de Iglesias.
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